Tras el Renault Megane Scenic rosa que publicamos en enero de este año, este Volvo es serio aspirante a ser el coche del año de Carrocerías Raffer. No solo por ser un cambio de color en un coche de este tipo, sino por el color elegido, un gris liso monocapa.
Volvo 850 SW 94´: Un poco de historia
Siempre me gusta empezar hablando un poco del coche en cuestión y de su historia. En este caso tenemos un Volvo 850 familiar. La marca sueca denomina a los coches “familiares” o “rancheras” con el nombre comercial de Station Wagon (SW). Este modelo en concreto es de 1994 y tiene un motor gasolina de 5 cilindros y 20 válvulas.
Como bien sabréis los amantes de los coches, Volvo siempre ha usado el argumento comercial de ser un coche muy seguro. Algunos dicen que eso era antes, porque era cierto que era la marca más segura, ya que ahora en los test de seguridad está a la par de muchas otras marcas. En cualquier caso, este modelo en concreto incorpora medidas de seguridad extraordinarias en la época: chasis reforzado para colisiones laterales, airbag de serie, etc.
Sobre la mecánica no vamos a profundizar más que comentar que lleva un motor con bloque de cilindros enteramente de aluminio y que ofrece 170 caballos de potencia.
Desmontaje y preparación.
En el 94 aún se hacían los coches bien. Me explico. Se hacían los coches para que duraran todo lo posible y eso se nota a la hora de desmontar. Tornillos en lugares estratégicos y muchas menos grapas a presión que se rompen al soltar la pieza, esa es la diferencia principal en este tipo de coches.
¿Lo más curioso? Hasta ahora nunca habíamos visto el sistema de desmontaje y ajuste de las manillas. En décadas hemos “tocado” cientos de marcas y modelos (es verdad que el demsontaje de las manillas no se realiza siempre, porque no siempre hay que pintar una puerta…). Pues el sistema de Volvo no lo habíamos visto. Como sujección lleva dos tornillos, a la vista, a mano, bien. La marca Volkswagen suele llevar un tornillo a la vista, bien también. Al propietario esto le da igual, obviamente, pero teniendo en cuenta que para reparar o desmontar una manilla tenemos que desmontar todo el panel interior de la puerta, pues se agradece el sistema de Volvo.
Pero lo más curioso es que este Volvo lleva un tornillo extra para ajusta la tensión del cable que abre la puerta cuanto tiras de la manilla. Es un cable como el de los frenos de las bicicletas, que con el paso del tiempo pierde tensión hasta el punto de dejar de funcionar. Si bien en otros modelos habría que desmontar el mecanismo de la cerradura y sustituir el cable, en este caso con dar media vuelta al tornillo de ajuste bastaría.
Un coche con personalidad.
Está claro que la línea de este Volvo es muy peculiar, no a todo el mundo le gusta, ni falta que hace. El diseño de Volvo en los 90 tenía mucha personalidad, unas líneas rectas que lo hacían diferente. Es por esto que los Volvos de esta época o te encantaban o los odiabas, siempre hablando en cuanto al diseño.
Algunos nos dicen que los suecos se han vendido porque hacen coches con diseños parecidos a las demás marcas. Nosotros, por el contrario, creemos que mantienen su personalidad propia aunque adaptándose a los nuevos tiempos. ¿Qué pensáis vosotros sobre el diseño de Volvo?
Carrocerías Raffer
Polígono Eziago Parcela 12, Trasera (Hernani)
carroceriasraffer@gmail.com – 943 557 567
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