Nunca pensaba que una fuerte granizada podría marcar de ésta manera un coche de este tipo.
Esta vez os mostramos un Subaru Forester con apenas 6 meses de vida que tuvo que atravesar una fuerte granizada. Se trata de un coche de alta gama que tiene que quedar como salido de fábrica, todo un reto.
Tras analizar la manera en la que íbamos a repararlo decidimos sustituir el capó delantero, salía más rentable para el cliente sustituir la pieza que repararla debido a la gran cantidad de abolladuras. En el resto del coche hemos localizado mas de 160 impactos en el techo y más de 100 impactos en todo el lateral izquierdo.



Este es el panorama que nos encontramos. Con el Tipp-Ex en la mano tenemos que marcar todos los impactos que tenga el vehículo. A veces da la sensación de que marcaríamos el coche entero porque cada vez que hacemos un repaso aparecen nuevas marcas. Hay abolladuras que solo se ven de un lado hacia el otro, por lo que hay que mirar el vehículo desde todas las perspectivas.


Una vez localizados todos los impactos debemos lijarlos uno por uno para después aplicar cemento. Volvemos a lijar el cemento, si lo hemos hecho bien hasta ahora no tendremos que volver a aplicar masilla. Después viene el alto espesor, lo lijamos y el coche estaría listo para entrar en la cabina de pintura.
Y después de todo el trabajo habitual, es decir, desmontar los paragolpes, el capó delantero, las manillas de puerta, molduras de puerta, etcétera, este es el resultado en la propia cabina de pintura, os gusta? Como no podía ser de otra manera hemos aplicado nuestra técnica de pintado en HD de Alta Definición para que el brillo y el acabo sea igual o mejor que el del coche recién salido de la fábrica.
